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Estufas ahorradoras de leña: mejorando la salud de la gente y del medioambiente

De 2023 a 2024 llevamos a cabo un proceso sobre la mejora de condiciones de vida, la nutrición de las familias y el cuidado del bosque y agua. A través de estufas ahorradoras de leña, se ha mejorada la salud de 100 familias y se ha reducido la tala de árboles en el municipio de San Ildefonso Ixtahuacán.

Todo este fue posible gracias al apoyo de Arquitecturas sin Fronteras y a la financiación de la Generalitat Valenciana, España.

Unos de los ejes estratégicos de AFOPADI es la construcción de una vida digna. Una vía para crear mejores condiciones de vida es a través de nuestra apuesta en tecnologías apropiadas que generan autonomía, acompañadas por procesos de formación y concientización, para que todas las personas nos transformamos en actores de cambio de nuestra propia realidad. AFOPADI cuenta con 10 años de experiencia en trabajo con este tipo de tecnologías y las considera como medio indispensable para la construcción de autonomía comunitaria.

¿Qué es una tecnología apropiada?

Una tecnología apropiada se puede definir por   

  • ser una tecnología integral

  • responde a necesidades básicas del grupo

  • se fundamenta e integra con la cosmovisión local

  • usa preferentemente recursos naturales y humanos de la zona

  • introduce innovaciones en forma armónica

  • requiere la participación de la comunidad en su generación

Todas estas características se consideran fundamentales antes de introducir o trabajar una nueva tecnología. Además “la tecnología debería ser considerada ‘apropiada’ cuando su introducción dentro de una comunidad crea un propio proceso interno reforzando a la misma comunidad, la que mantiene el desarrollo de las actividades autóctonas y la explotación de las capacidades locales decididas por la misma comunidad (2)".

1.Triviño, Luis; Pannunzio de Mulle, María D. (1982) "Antecedentes y fundamentos de la tecnología apropiada". En: Anales de Arqueología y Etnología, No. 36-37, p. 19-42.Dirección URL del artículo: https://bdigital.uncu.edu.ar/16673.Fecha de consulta del artículo: 13/08/24.

2.PELLEGRINl, V.: The problem of appropiate technology. En: Di Gíorgio y Roveda: Criteria for selecting appropiate technologies under different cultural technical and social conclitions. USA, 1981, p. 1-7.


Enfrentando problemas de salud, deforestación y escasez de agua 

San Ildefonso Ixtahuacán es considerado uno de los municipios más pobres de Guatemala con un 93.3% de pobreza y un 51% de pobreza extrema. Con un promedio de 64.1 % de desnutrición crónica Guatemala es uno de los países más afectados por la desnutrición crónica en América Latina y uno de los países con las mayores tasas de desnutrición crónica a nivel mundial.

Del total de la población casi el 90% vive en zonas rurales y la mayoría tienen la tradición de cocinar los alimentos a fuego abierto, afuera o dentro de su casa. Este método implica una combustión poco controlada, por lo que la leña se consume rápido y disminuye la calidad del aire habitacional.

Para las mujeres, relegadas al trabajo reproductivo, esta forma de cocinar tiene impacto en su salud, ya que provoca molestias en los ojos, las vías respiratorias y sobrecarga de trabajo doméstico.

La contaminación del aire en los hogares por el humo que produce la leña, favorece las infecciones respiratorias agudas y el fuego abierto en el piso constituye un riesgo alto para quemaduras tanto en adultos como en niños pequeños. El humo, según la OMS, aumenta en un 31% las enfermedades respiratorias, que en Guatemala es una de las principales causas de mortalidad en niños menores de 5 años.


A nivel local, la falta de acceso a tierra provoca una gradual y preocupante deforestación. Generalmente en el área rural se cambia el uso natural del suelo, la tierra de vocación forestal convierte en tierra para la producción agrícola, provocando de esta manera la tala inmoderada de árboles.


El preocupante aumento demográfico en la región también provoca una enorme presión sobre el suelo forestal. Al haber mayor presión demográfica, hay más necesidad de alimentos, por lo que se abren nuevas áreas de cultivo.


Así mismo, los problemas de escasez de agua, ligados a la deforestación causada por la tala de árboles, provoca que las comunidades de la zona alta, que cuentan con limitados nacimientos de agua, vivan en una situación de mayor vulnerabilidad. Según observaciones de campo, el 70% de las familias tienen que cambiar la fuente hídrica de la que se abastecen durante la época seca. Este es un escenario en el que los efectos del cambio climático, traducidos en agravamiento de sequías, se proyectan poco prometedores para la población campesina. Se suma a esto la poca conciencia de los comunitarios como de las autoridades municipales y nacionales sobre la relación entre la deforestación y la consecuente falta de protección y conservación del recurso hídrico.


A la problemática arriba descrita hay que agregarle un problema estructural que afecta a mujeres y niñas de las familias: los marcados roles de género que consolidan la continua sobrecarga de trabajo al que las mujeres se enfrentan. Desde pequeñas, a las mujeres se les asigna el rol reproductivo, haciendo que su calidad de vida sea precaria y que esté en constante vulnerabilidad. Las relaciones de poder en las comunidades provocan que las mujeres reciban con mayor impacto, en sus vidas y cuerpos, los efectos de las problemáticas que aquejan a las comunidades, con el agravante de no ser parte de los espacios de toma de decisión comunitarios. Esta situación no hace otra cosa más que aumentar la brecha de género y la exclusión social a la que las mujeres son expuestas.


Paso por paso

La problemática de la salubridad en las viviendas es compleja, por eso, desde el 2013, las estufas ahorradoras de leña han sido una apuesta de AFOPADI para mejorar las condiciones de vida de las mujeres y la mitigación de la deforestación. La recepción de las estufas ha sido positiva a nivel económico, ambiental y social.


Aquí les damos una idea de cómo nos fue, el proceso con sus alegrías y sus obstáculos, con sus retos y sus logros.


1.Dar a conocer el proyecto y selección de comunidades beneficiarias

Al recibir la aprobación del proyecto, se seleccionó a las comunidades que cumplen con los requisitos que establecimos. Mientras las comunidades ubicadas en la región norte se caracterizan por estar en la montaña, con limitado acceso a agua y una agricultura de ladera, las comunidades de la región sur/baja, al ubicarse cerca del río Cuilco, cuentan con mayor acceso agua, pero tienen más limitaciones para abastecerse de leña. La región sur presenta un grado de deforestación mayor. La región intermedia se encuentra con las problemáticas de ambas regiones, ya que tienen poco acceso a agua y requiere la leña de las zonas más altas. Por esta razón, se ha dado prioridad a las comunidades de la región baja y media para trabajar este proceso.


Además, es importante anotar que 6 de las 7 comunidades seleccionadas se encuentran en una zona de recarga hídrica, lo cual implica que es esencial que en esa zona se limite la tala de leña y se trabaje en la reforestación.


Para la selección de familias beneficiarias, acordamos criterios de selección con los Consejos Comunitarios de Desarrollo Urbano y Rural (COCODES). Los COCODES velan por la participación democrática y la apropiación del proceso por las familias. Dicho sea de paso, los COCODES son el grupo que más se tiene que apropiar del proyecto, porque presentan el proyecto a la comunidad y facilitan el proceso de selección de las familias y animan su participación.


2. Asambleas comunitarias

Es esencial que se presente el proyecto en la Asamblea Comunitaria porque ahí las familias pueden apuntarse en un listado; detrás de esta acción está la democratización de las decisiones comunitarias. Es en este paso del proceso que, a veces, los COCODES no quieren presentarlo en asamblea porque prefieren ellos mismos escoger a las familias beneficiarias. Cuando se da este caso, AFOPADI decide buscar otra comunidad.  


Otra razón por la cual se desarrollan los procesos a través de las asambleas comunitarias es por (re)valorar las estructuras locales y ancestrales y se enfatiza la importancia de ellas en el desarrollo de la autonomía comunitaria.



3. Selección familias beneficiarias y monitoreo

AFOPADI, acompañado por las autoridades, monitorea a las familias para corroborar que cumplan con los criterios para definir las familias beneficiarias finales.


Criterios de selección

  1. Aquellas familias preferencialmente con mujeres con jefatura familiar (algunas temporalmente por la migración de sus esposos).

  2. Viven constantemente en la comunidad, con casa propia.

  3. Participan en la organización comunitaria o la apoyan.

  4. Están al día de las tareas del servicio comunitario.

  5. Familias establecidas y activas (responsables entre 25 y 60 años).

  6. Familias que no cuentan con las tecnologías que ofrece AFOPADI.

  7. Familias dispuestas a invertir tiempo en la formación (compromiso de 2 días por mes fijos y en ocasiones algún otro día más).

  8. Con una buena forma de relacionarse con otras familias de la comunidad.

  9. Quieren darle buen uso a las tecnologías adquiridas.

  10. Quieren compartir con otras familias de la comunidad y de otras comunidades su experiencia de trabajo.

  11. Deben estar dispuestos a sembrar los árboles donados. En el caso de no tener suficiente terreno propio, lo pueden hacer en terreno comunal o de otras familias.

4. Formación

Para ser beneficiarias de un proyecto de AFOPADI, las familias se comprometen a participar activamente en el proyecto, a formar parte en las formaciones y sensibilizaciones, que son centrales en la metodología de intervención, y son necesarias para la sostenibilidad de los procesos.



Se invitó a las familias al Centro de Formación en Casaca/Asaq’ para una formación sobre buenas prácticas nutritivas, justicia de género y cuidados básicos de salud, además de la importancia del cuidado del bosque y la siembra de árboles.


El mismo día del taller se hizo una demostración del buen uso y cuidado de la estufa.



5. Entrega e instalación de estufas

Una vez entregada la estufa, se organiza la instalación de las estufas. Uno de nuestros compañeros,  experto en tecnologías apropiadas, Chepe Ortiz, acompaña a las familias a sus casas y vela por la buena instalación de las estufas.



6. Monitoreo

Anualmente organizamos un monitoreo del trabajo que realizamos. Es una forma para darle seguimiento a los proyectos, además de reflexionar y evaluar nuestros avances. Parte de las actividades del proyecto de estufas fueron varias jornadas de monitoreo para ver si se está usando bien la tecnología apropiada, si de verdad estamos respondiendo a necesidades sentidas en las comunidades rurales de San Ildefonso Ixtahuacán y si las metodologías que utilizamos en los procesos formativos garantizan la apropiación de los conocimientos compartidos.



7. Entrega y siembra de árboles

Parte del proyecto y compromiso de las familias, era la siembra de árboles con el fin de ir reforestando el aérea. Las familias podían decidir cuáles y cuantos árboles frutales y forestales querían, para sembrar en sus parcelas.


En este caso, se tenía que esperar hasta la lluvia para sembrar los árboles. El cambio climático ha provocado que cada año llega más tarde y es menos predecible. Por esta razón, hasta finales de mayo y en junio se ha podido entregar y sembrar los árboles.



Además de entregar árboles a las familias de las estufas, también se entregaron arboles forestales al liderazgo de varias comunidades ubicadas en las zonas de recarga hídrica. Se combinó la entrega con formación sobre las zonas de recarga hídrica y la importancia de la reforestación.


8. Administración

Un paso, menos visible, pero esencial para el logro del proyecto es el seguimiento del proyecto durante todo el año. Si hay algo que en el transcurso de los años hemos aprendido como organización es la importancia del seguimiento, sin éste, los proyectos se convierten en proyectos de muerte anunciada.


Para garantizar el seguimiento hacemos uso de los diferentes equipos que forman parte del proyecto desde el momento que comienza su diseño.


  • Equipo de facilitadores, quienes viven en el municipio de San Ildefonso Ixtahuacán: Planifican y ejecutan todos los pasos anteriores en el campo.

  • Equipo de coordinadores y gestión de proyectos: coordinan las actividades y dan seguimiento al buen desarrollo del proyecto.

  • Equipo administrativo: monitorean el presupuesto.

  • Equipo de Arquitecturas sin Fronteras Levante: apoyan en materias técnicas y la elaboración de las propuestas e informes.


Una buena coordinación, una relación de confianza y un equipo motivado ha sido, y siempre es, crucial para que se logre el avance que aquí compartimos con ustedes.


En camino hacia una vida digna

Como han podido leer, vamos paso por paso, poco a poco, hacia una vida digna.


El proceso ha tenido un enfoque integral, no se logró beneficiar únicamente a las familias, sino se ha impulsado la protección y el cuidado comunitario del medio ambiente, a través de la reforestación y el involucrar a las autoridades comunitarias en todo el proceso. Insistimos en la importancia de abordajes multidimensionales, donde el beneficio individual y colectivo sean parte de un mismo proceso, y donde cohabiten respuestas inmediatas y a largo plazo. Gracias a que las comunidades indígenas cuentan con fuertes estructuras organizativas y asumen responsabilidad colectiva ante el bienestar de su comunidad, los ejes pueden trascender a procesos sostenibles.


La propuesta de fortalecer la autonomía familiar a través de la implementación de tecnologías apropiadas que contribuyan a la mejora de la salud, la sostenibilidad familiar y la conservación de bienes naturales, es una respuesta a las necesidades identificadas.


En nuestro monitoreo anual se pudo observar un promedio de reducción de consumo de leña del 50%. En el monitoreo de noviembre 2023, en promedio las familias indicaron que solían utilizar 4,5 tareas de leña al año antes de tener la estufa ahorradora y, que, tras los meses de utilización, estiman van a utilizar menos de 2 tareas al finalizar el año. En el monitoreo de enero, el promedio de tareas de leña que solían necesitar las familias era de 3 tareas al año, mientras que con la estufa solo necesitan menos de dos (1,8). Asimismo 70% de las familias indica que la estufa ha aportado mucha mejoría en la salud y bienestar a los miembros de su familia. Casi para finalizar compartimos las siguientes frases testimoniales que nos acercan al sentir de las mujeres:

  • Ahora cocinamos sin humo, es más cómodo.

  • Estoy contenta, hay menos humos y no me arden los ojos como antes.

  • Ha mejorado mi salud porque hay menos humo y menos leña.

  • Es más rápido cocinar, podemos cocinar a la vez varias cosas.

  • Utilizamos menos leña.


Uno de los efectos adversos de la tala indiscriminada de árboles es su impacto en la recarga hídrica y, por lo consiguiente, también en el acceso al agua. La disminución del consumo de leña significa una ventaja económica para las familias, pero también un aporte a la conservación de los bienes naturales. 

Dentro de los pasos que seguimos para el buen desarrollo del proyecto, obtuvimos varios aprendizajes que tendremos presente en futuras planificaciones.


Uno de los límites que aprendimos es que tenemos que tomar en cuenta que en las zonas bajas y medias del municipio de San Ildefonso Ixtahuacán, aunque las familias tienen mucha necesidad de leña, no todas las familias cuentan con terreno suficiente para sembrar árboles en el lugar en donde viven. Pueden sembrar en terrenos comunitarios, o en sus terrenos ubicados en otra parte del municipio. No obstante, si queremos reforestar ciertas zonas de recarga hídricas tenemos que seguir desarrollando estrategias que se adapten al contexto. 


Otra información importante que develó nuestro monitoreo es que la mitad de las familias, que adquirieron estufas, siguen usando otros métodos de fuego. Esto lo  hacen al momento de cocinar nixtamal (cocción del maíz), por varias razones: las ollas son más grandes y pesadas y les cuesta subirlas a la estufa, o temen que la fuerza del fuego de la estufa no será suficiente para cocinar el maíz. Otra de las razones que las familias brindan es que recurren al fuego abierto para tener una fuente de calor, dentro de la casa, en el invierno. Estos testimonios implican que debemos seguir con la sensibilización sobre los riesgos de salud que se corre al hacer uso del fuego abierto y de las consecuencias ambientales y económicas del consumo de leña alto. El gran reto que tenemos es el de identificar soluciones complementarias o aún más integrales.


Algo importante que no queremos dejar de expresar es que hay cambios inesperados que favorecen los procesos. En el caso del proyecto de estufas, tuvimos la oportunidad de contar con el financiamiento, al mismo tiempo, de un proyecto de Manos Unidas que apoya los procesos de acceso a agua y donde se trabaja con las zonas de recarga hídrica y reforestación. Gracias a la combinación de ambos proyectos, se pudo comprar 15 estufas más, ampliando el impacto del proyecto sin que el mismo sufriera modificación alguna.


Aunque el proyecto ha terminado, seguimos adelante promoviendo el cuidado del bosque y agua, a través de nuestros procesos de agroforestería, de acceso a agua y formación política. Seguimos trabajando y buscando las mejoras rutas para conseguir una autonomía comunitaria y buen vivir para toda la población de San Ildefonso Ixtahuacán.





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